El imperio ruso incluyó a los siguientes territorios: la actual Rusia al completo, Alaska, las actuales Finlandia y Polonia, la antigua Persia y Manchuria. Alcanzó una superficie de 22’8 millones de kilómetros cuadrados y su época dorada fue entre 1721 y 1917, año en el que tuvo lugar la Revolución rusa.
Su población máxima fue de 176 millones de personas, es decir, un 9’8% de los habitantes en el mundo en 1917. En sus fronteras, albergó más de 100 grupos étnicos distintos, aunque la etnia rusa componía el 44% del total de la población.
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