
Maravillosa (y cortísima) novela, una de las mejores de Stefan Zweig, que empieza cuando un afamado y mujeriego escritor no reconoce la caligrafía de la carta que recibe una mañana.
Para su sorpresa, la remitente es una mujer desesperada dispuesta a declararle antes de morir su amor secreto, y casi obsesivo, escondido durante muchos años.