
Siguiendo una costumbre sarda cuyos orígenes se pierden en el tiempo, una anciana y una niña se unen a través del sagrado vínculo de la «adopción del alma». Estamos en Soreni, un pequeño pueblo de Cerdeña, en los años cincuenta. Bonaria Urrai, la modista del lugar, mujer deantigua belleza y perenne soledad, ha adoptado a María, cuarta hija de una familia humilde que la descuida.
Así pues, la vida de la niña se transforma por completo, y a su fina percepción no escapa el aura de misterio que envuelve a su nueva madre: los largos silencios, las extrañas salidas nocturnas y la sombra de temor que enciende los ojos de quienes se cruzan en su camino. Y aunque María crece feliz y amada junto a Bonaria, en realidad ignora una verdad que todos conocen: además de coser vestidos, su madre de alma es la mujer que reconforta a quienes se acercan al final del camino.